Para empezar este artículo, te vamos a decir que es el ralentí. Se trata del régimen mínimo de revoluciones por minuto a las que se ajusta un motor de combustión interna para permanecer en funcionamiento de forma estable. Es decir, encender el auto sin ponerlo en marcha.
Los mitos de ralentí
Es una de las tantas palabras usadas en ‘argot’ automovilístico se han vuelto algo común entre la gente. Palabras que no todos saben cuál es su significado o a qué hacen referencia.
El ralentí es el régimen mínimo al que puede funcionar el motor del coche sin ‘calarse’ y sin ayudas externas, es decir, sin pisar el acelerador. O dicho de otro modo, es cuando el motor está en funcionamiento con el coche parado, en punto muerto o el clutch pisado. No tiene la fuerza suficiente para mover el coche en la mayoría de los casos, pero pone en funcionamiento muchos sistemas importantes del coche, como el circuito de lubricación, el de refrigeración y el sistema eléctrico. También carga la batería si fuera necesario.
Lo que es un dato innegable es que gasta gasolina, lo que para muchos empresarios representa una merma en sus ganancias.
Uno de los grandes mitos sobre el ralentí, es por ejemplo, que el motor consume muy poco. Esto es totalmente falso. Al ralentí un motor consume en una hora, alrededor de entre 1.5 y 2 litros de gasolina y cada litro de gasolina equivale a 3 kg de CO2 (Según los datos oficiales de la Secretaría de Energía de EEUU). Esto representa una cantidad suficiente de combustible como para recorrer 8 kilómetros en un diésel de potencia media. Además, ese consumo puede subir hasta un litro por hora si ponemos en marcha el aire acondicionado y exigimos una temperatura muy baja.
Para quienes necesitan tener un control del gasto de los automóviles, este dato es de suma importancia. Hay enormes fugas de dinero invertido en gasolina, para tener un vehículo parado.
Otro de los mitos que circulan sobre el ralentí se refiere al tiempo de espera antes de iniciar la marcha, después de arrancar el motor tras mucho tiempo parado. Se supone que debes esperar un poco antes de iniciar la marcha es dar tiempo al circuito de lubricación, para que reparta el aceite por todo el motor. Pero la verdad es que para eso basta y sobra con unos 20 segundos. Esperar un minuto supone no sólo gastar litros cada hora, también supone que el motor tarde más en coger temperatura de funcionamiento óptima y sufre más desgastes.
El último mito entre los más famosos es la circulación en punto muerto al bajar pendientes. El prescindir del freno motor puede sobrecalentar los frenos. Esto es un error no sólo por lo peligroso que puede resultar, sino por ocasionar el gasto innecesario. Se vuelve a tener consumo innecesario de litros por hora. Lo ideal es bajar pendientes con una marcha engranada ya que así, serán las ruedas las que mantengan el motor en marcha y el consumo de gasolina será bajo.
Los malos hábitos de los conductores siempre tiene consecuencias perjudiciales. Además de poner en riesgo su vida, siempre conducen al desgaste de los vehículos, suben los costos de operación y hacen lentos los procesos.
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